El auge de los pagos contactless, ¿es transitorio o se volverán imprescindibles?
26 de junio de 2020
En estos tiempos que atravesamos, todo aquello que nos ayude a preservar nuestra salud es bienvenido. Dentro de ese contexto, ha protagonizado una importante escalada la tecnología de pagos contactless. Tanto es así que, según un estudio de Mastercard, el 66% de los españoles realizan sus transacciones mediante este método, pero ¿es un hábito que permanecerá o cuando olvidemos el coronavirus disminuirá su uso?
La penetración de los pagos sin contacto en Europa ya era elevada antes de la pandemia, situándose por delante de muchas otras partes del mundo. Con la llegada de la crisis sanitaria que vivimos actualmente se ha propiciado que más de un 40% de los usuarios de tarjetas encuestados afirmen haber solicitado una que les permita emplear la tecnología contactless. Además, tras un tiempo utilizándola, más del 85% de los consumidores se alegran de haberlo hecho, principalmente por la higiene y facilidad de uso que garantiza.
Esta forma de efectuar pagos, nos permite hacerlo también con nuestros smartphones, en los que podemos llevar todas nuestras tarjetas sin ocupar espacio y aportándonos un plus de comodidad que puede fomentar que esta herramienta ocupe un lugar fijo en nuestra vida cotidiana. Según el estudio, un 33% de los españoles que realizan sus operaciones sin contacto, lo hacen a través de su teléfono móvil, tendencia que sigue creciendo de manera exponencial.
Los datos arrojados en el citado análisis, apuntan claramente a que la utilización de esta herramienta va a arraigar con fuerza en la sociedad y que no se trata de una moda transitoria. De hecho, hay países como Suecia que están muy cerca de convertir el dinero en efectivo en cosa del pasado. Algo muy complicado en nuestro país a corto plazo, pero que da muestra del cariz que están mostrando los acontecimientos en relación a este tema.
Sin ninguna duda, el crecimiento de las nuevas tecnologías, y la cada vez mayor presencia de smartphones en los bolsillos de los compradores, le ofrecen al contactless el soporte perfecto para seguir expandiéndose. Además, los datos reflejan una realidad evidente: estos pagos se encuentran cada vez más protegidos, presentando un volumen de fraude descendente y mucho menor que los realizados mediante código PIN, lo que supone un gran beneficio tanto para los clientes como para las empresas